Para nadie es un secreto que el mundo, en las últimas décadas ,ha tenido cambios significativos en todos los contextos de la vida cotidiana, posiblemente los avances tecnológicos en los medios de comunicación han generado grandes tendencias, entre ellas, el estilo de vida de las personas, el cual se ha visto impactado, debido a que existe un mayor interés de los expertos para orientar todos los patrones del comportamiento y su relación con el entorno hacia una práctica que favorezca el cuidado de la salud.
Los patrones de consumo de los alimentos acogen prácticas de acuerdo con intereses individuales o colectivos, influenciados, en ocasiones, por modas consciencia o simplemente por situaciones de salud que ameritan un cambio urgente en el hábito de vida.
De hecho, la alimentación y la exploración por comidas y alimentos saludables, es una de las prácticas que cada día genera mayores tendencias; al parecer, existe una fuerte relación en la necesidad de las personas por transformar sus prácticas alimentarias en pro de cuidar la salud y modificar las conductas para favorecer el cuidado a la vida.
De tal manera que, las tendencias alimentarias se empiezan a distinguir con características de la dieta tales como: veggie, flexi vegetariano o fitness, entendiendo que en común representan un estilo de vida saludable y natural, con un consumo ocasional de proteínas de origen animal y una mayor disponibilidad de proteínas de origen vegetal.
Hoy es posible contar con una amplia variedad de opciones en el mercado, elegir la alimentación que más se adecua a nuestro estilo de vida, creencias, preferencias, condición física, de salud entre otros.
En el contexto la tendencia veggie o flexi vegetarianismo, promueven una dieta variada, con un consumo ocasional de proteínas de origen animal; mientras que los veganos eliminan de su vida todos los productos de origen animal -alimentos (carne, huevos, lácteos, miel, etc.) y productos de higiene y belleza-, los vegetarianos solo eliminan de su dieta la carne y el pescado, pero consumen huevos o lácteos.
El uso de las leguminosas y cereales son importantes en este tipo de dietas, como lo mencionan las guías alimentarias basadas en alimentos para la población colombiana – GABAS, específicamente aportan una mayor cantidad de fibra en la alimentación, lo que se asocia con un menor peso corporal, promueven una digestión más lenta, distinta a cuando se consumen molidas o en crema.
Por lo tanto, se debe promover el consumo de granos enteros porque producen cargas de glucosa más bajas, respuestas glicémicas e insulinémicas más bajas y disminuyen el riesgo de Enfermedades Crónicas no Trasmisibles ECNT, protegiendo contra las enfermedades cardiovasculares, para asegurar una alimentación equilibrada, baja en grasas saturadas y colesterol.
Los cereales conforman un grupo de plantas que se ubican en un gran campo de alimentos dentro de las gramíneas; todos son comestibles y entre los más comunes están: el trigo, el arroz, el maíz, la cebada, el centeno, la avena, entre otros. Los cereales son productos básicos de la canasta familiar para la alimentación de las personas y cada uno contiene una composición nutricional especifica; una de las más esenciales es que provocan sensación de saciedad cuando se consumen, gracias a la fibra que contienen.
Las leguminosas son plantas herbáceas que se caracterizan por tener frutos en forma de vaina, la cual agrupa semillas que al secarlas tienen maravillosos beneficios nutricionales. Entre las múltiples variedades de leguminosas existen los frijoles, las habas, las lentejas y los garbanzos, entre otros, se les considera como las fuentes más valiosas de proteínas de origen vegetal, pero no solo las proteínas son los elementos de los que se forman de manera abundante, pues las leguminosas son también alimentos muy ricos en fibra tanto como en micronutrientes (vitaminas y minerales).
Las nuevas tendencias alimentarias deben ser planificadas y no caer en el error de muchas personas que optan por dejar de lado las proteínas de origen animal y reemplazar directamente por carbohidratos, ya que esto podría jugar en contravía de la salud y aumentar el riesgo cardiovascular; no se puede olvidar que es necesario definir las porciones recomendadas de cada grupo de alimentos para satisfacer las necesidades nutricionales del organismo.
Algunas leguminosas como las lentejas, arvejas o las habas deben complementarse con otros alimentos que cubran el aporte de dos aminoácidos: metionina y cisteína, que cereales como la avena o el maíz, las semillas de sésamo y otras leguminosas como los garbanzos podrían balancear.
Algo que debe tenerse en cuenta, es que en Colombia y el mundo, el consumo de alimentos derivados de leguminosas y cereales se ha aumentado a través de los años por mantener un estilo de vida más saludable, cuidar del medio ambiente, temas económicos o evitar el maltrato animal, por lo que conocer los beneficios y aporte de nutrientes que tienen las leguminosas y los cereales en la alimentación es fundamental, para evitar deficiencias nutricionales.
Finalmente, es necesario tener presente que una alimentación natural es la mejor opción, ya que los productos no tienen refinamiento y se conserva mejor el aporte de nutrientes, fibra y agua, además, contribuye a la economía de la canasta familiar. Por lo tanto, es posible concluir que los cereales y leguminosas en las tendencias alimentarias de este tipo de alimentación, son la base para mantener el equilibrio en términos de macronutrientes y micronutrientes.